Llueve en este infierno,
y desde el centro de mi pecho
nace un hilo de sangre
del cual brota mi corazón,
camino entre rosas con espinas en forma de dagas
frió, dolor, desolación eterna
voces y lamentos de Ángeles caídos por el pecado
espejos sin reflejos
fantasmas sin ecensia
risas sin alegría
se ha perdido el dulce sabor
de la sangre cuando la bebo de mi copa
se ha perdido el arte en este mundo
lo digo con una sonrisa triste
y abro mis brazos y estiro mis manos
para beber de las lagrimas de los dioses
para así convertirme en uno
y que mi sufrir permanezca por siempre
bello y delicado, intacto y eterno,
bebo del podrido cáliz de Jesús
lagrimas de mil Ángeles
comiendo y degustando
de su dolor y lamentos eternos
deificándome como una ecensia
eterna......
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